Estimados amigos;Es Semana de Turismo, los Guardavidas de Montevideo hacemos una guardia especial de 11 a 17 hs.
Hoy al llegar a nuestro puesto en Playa Honda, sobre la calle Misisipi, encontramos un animal muerto en la costa.
Era una Franciscana.
Como ustedes saben es uno de los cetáceos más pequeños. Su cuerpo es robusto y la cabeza tiene un melón bastante destacado. La coloración de su cuerpo es básicamente gris, siendo más claro en el vientre. Los animales que habitan aguas del Río de la Plata o sus adyacencias presentan una pigmentación más amarronada que gris. El pico es largo y delgado, y su longitud se incrementa con la edad del animal. La aleta dorsal está ubicada por detrás del centro del lomo, es de tamaño pequeño y la punta es redondeada. Las aletas pectorales son grandes y amplias (con respecto al tamaño corporal), y sus extremos son redondeados.
Al lugar llego la Dra. Mariana Foglia, y nos contó que este animalito puede ayudar a conocer la salud de nuestro ambiente acuático.
Su estudio es sobre los contaminantes en la Franciscana.
La Franciscana es un animal que se ubica en uno de los últimos niveles en “el quién se come a quién”, llamada red alimenticia o cadena trófica. Se alimenta de peces pero también de moluscos y crustáceos, tiene hábitos costeros y habita parte de la costa norte Argentina, toda la costa uruguaya y parte del sur de Brasil.
A través del alimento varios contaminantes llegan a la Franciscana y a medida que va creciendo, comienza a acumular estas sustancias en algunos de sus órganos.
Algunos de los contaminantes que han sido estudiados en nuestras aguas y especialmente en la Bahía de Montevideo son: compuestos inorgánicos (metales pesados como el mercurio, cadmio, zinc, cobre, cromo, níquel, plomo, plata)
Y compuestos orgánicos, hidrocarburos, y algunos pesticidas.
El exceso de mercurio produce debilitamiento del sistema de defensa del organismo, causa problemas en el riñón, ataca al sistema nervioso, y puede atravesar la placenta de la madre y concentrase en la leche materna. El cadmio por su parte puede provocar problema en el sistema circulatorio, nervioso y reproductor, especialmente en machos.
La Franciscana se encuentra en los eslabones finales de la cadena alimenticia y es probable que a medida que crece y se alimenta acumule varios contaminantes. Por eso, un seguimiento año a año del contenido en materiales pesados dentro de la Franciscana, puede aportar datos sobre el estado de contaminación de nuestras aguas. La Franciscana puede convertirse así en un animal llamado “Bioindicador”, que muestra indirectamente el nivel de contaminantes que tienen nuestras aguas.
Por eso debemos colaborar en la medida que nos sea posible, avisándole cuando sepamos de alguna Franciscana tanto varada en la playa como capturada incidentalmente (ya muerta) en actividad de pesca.
La Dra. Mariana Foglia está realizando un estudio de Maestría en contaminantes en Franciscanas en la Faculta de Ciencias, y durante los meses de diciembre 2011 a abril 2012, estuvo colectando muestras.
Debemos todos colaborar ya que este es de interés de toda la comunidad.
Gracias Mariana.
